Ficha Técnica:
Salida/Llegada: Centro de Interpretación
Señalización: Homologada
Distancia: 6 km (ida y vuelta)
Tiempo estimado: 2 horas
Dificultad: Baja
Riqueza
de texturas:

La ruta a seguir (localizada
entre las poblaciones de Jerte y Tornavacas en la comarca del Valle del Jerte, entre la
vertiente noroeste de la Sierra de Tormantos, la vertiente suroeste de la
Sierra de Gredos y el Río Jerte) se inicia en el Centro de Interpretación
de la Reserva Natural, un punto que ofrece información complementaria al
visitante de manera gratuita. Situado a pocos kilómetros de la localidad de Cabezuela del Valle (que se encontraba en ese momento en plena festividad del cerezo en flor), cuenta con dos salas que albergan gran cantidad de paneles y maquetas
sobre la fauna y la flora propias de la zona. Desafortunadamente, desde finales del pasado año este centro se
encuentra cerrado al público por reformas y, que yo sepa, sin sitio web propio.
El ascenso, al abrigo de infinidad de castaños y robles, se realiza por la ladera derecha de la "garganta". Aunque la
subida es continua durante casi todo el recorrido de ida (con un desnivel
acumulado de 250 metros), en ningún momento se hace pesada (ni siquiera para un
niño de cuatro años). Los tramos llanos, bañados en un suave olor a lavanda y a
romero, permiten descansar los gemelos mientras se observa la indescriptible
belleza del entorno. Siempre hay algo que ver en este tipo de
rutas, siempre, aunque solo se trate de la sombra que proyecta nuestro cuerpo y que permanece pegada a nuestros pies.
Hacia la mitad del recorrido, un enorme saliente de piedra (desde donde se pueden realizar unas fotos espectaculares) anuncia un desvío en el lado izquierdo hacia el "Mirador del Chorrero de la Virgen". Si se dispone de tiempo (y de energías), el mirador ofrece la posibilidad de contemplar una panorámica del conocido "Chorrero de la Virgen", un impresionante salto de agua al otro lado de la "Garganta" al abrigo de los arroyos de "Putopadre" y "Riscoencinoso".
Hacia la mitad del recorrido, un enorme saliente de piedra (desde donde se pueden realizar unas fotos espectaculares) anuncia un desvío en el lado izquierdo hacia el "Mirador del Chorrero de la Virgen". Si se dispone de tiempo (y de energías), el mirador ofrece la posibilidad de contemplar una panorámica del conocido "Chorrero de la Virgen", un impresionante salto de agua al otro lado de la "Garganta" al abrigo de los arroyos de "Putopadre" y "Riscoencinoso".



Tras emprender de nuevo la marcha, el "Puente Sacristán" permite cruzar el
río en dirección a los pilones. Es quizás este el punto menos agradable de toda la
ruta ya que son muchos los que, sin reparo alguno, se paran el tiempo que consideran oportuno en medio de la estructura de madera para hacer fotos
impidiendo el tránsito normal del resto.
Salvado el escollo, una escalinata cincelada en la
roca y asegurada por un cable de acero permite admirar desde una altura
considerable y cómoda cómo el río fluye a distinto nivel por las pozas: Trece
piscinas naturales (ojo, sin socorrista) que hacen de este paraje natural un
auténtico paraíso terrenal. Y fue precisamente en ese punto, junto al caño de agua potable que baja helada desde la montaña, donde Guillermo y yo
terminamos nuestra ruta de ida mientras el resto del grupo continuaba el ascenso unos
kilómetros más. No voy a mentirte, a él no le hizo ninguna gracia tener que esperar sentado en una roca, pero a mí, su
madre, tres kilómetros de subida me parecieron más que suficientes para su
"bautizo montañero", máxime cuando todo el camino recorrido había que desandarlo.



Sensación visual:
Tras la vuelta de las
vacaciones de Semana Santa, la señorita de mi hijo me pidió unos minutos para
hablar conmigo. Estaba sorprendida por el entusiasmo que Guillermo había puesto
al explicar a sus compañeros su "aventura en la montaña". Durante la charla me limité a
sonreír y a asentir mientras ella comentaba los beneficios que este tipo
de experiencias supone en los más pequeños (¡cómo si yo no los conociera!).
Me consta que con cuatro años el mundo aún cabe en una sola hoja de papel. Una que se va rellenando poco a poco con unos trazos cada vez más definidos, aunque todavía poco realistas. La manera que utilizamos para enfrentamos a diario a las circunstancias es la encargada de complicar las tramas de nuestra historia personal, por desgracia no siempre con demasiada fortuna. He conocido a gente cuyas vidas abarcaban cientos de páginas tristemente vacías de contenido, o repletas a toda prisa con mentiras y desvaríos que dudo que ellos mismos pudieran creer. Igual otras fueron capaces de conquistarme escritas tan solo en formato DIN A12 (la capacidad de sorprender, esa que ya pocos conservan). De todo se aprende.
Me consta que con cuatro años el mundo aún cabe en una sola hoja de papel. Una que se va rellenando poco a poco con unos trazos cada vez más definidos, aunque todavía poco realistas. La manera que utilizamos para enfrentamos a diario a las circunstancias es la encargada de complicar las tramas de nuestra historia personal, por desgracia no siempre con demasiada fortuna. He conocido a gente cuyas vidas abarcaban cientos de páginas tristemente vacías de contenido, o repletas a toda prisa con mentiras y desvaríos que dudo que ellos mismos pudieran creer. Igual otras fueron capaces de conquistarme escritas tan solo en formato DIN A12 (la capacidad de sorprender, esa que ya pocos conservan). De todo se aprende.
Guillermo y yo (Sábado, 04/04/2015)
Observo a mi hijo con detenimiento, prestando la misma atención a sus defectos (que los tiene) que a sus virtudes. Los años me hacen enseñarle que tan importante es el contenido como la forma. Lo que tenga que escribir, que no siempre será del gusto de todos, que lo escriba "despacito y con buena letra", sin tachaduras que lo afeen. Si un párrafo no le gusta, que lo borre y escriba uno nuevo, o que lo utilice de base para idear otro mejor. Intento que comprenda que, aunque existen miles de caminos que conducen al mismo lugar, en realidad todo se reduce a saber elegir aquel que nos haga más grato el trayecto. No hay más.