domingo, 20 de abril de 2014

"Life's Little Instruction Book", un libro de H. Jackson Brown Jr. (1991)


Ficha Técnica:


Título en español: Pequeño libro de instrucciones para la vida

Autor: H. Jackson Brown Jr.

País: Estados Unidos

Editorial: V&R Editoras

ISBN: 9876122088




Argumento:

Jackson Brown, un hombre de andar por casa, un padre preocupado e implicado en el desarrollo emocional de su hijo, le regaló hace algo más de dos décadas cuarenta y dos “simples consejos” ante su inminente marcha a la universidad, consejos que gracias al boca a boca (y la ayuda de una buena editorial) se han convertido en este best seller de fama mundial.



En la teoría:

No sé a ti, pero a mí me aburren muchísimo los mensajes vacíos de contenido que hacen furor en las redes sociales. No encuentro explicación alguna al por qué frases del tipo “El amor de mi vida no me llama princesa, ni me dice mi amor, me dice mamá”, “Solo la que tiene un hijo varón sabe lo que es la llegada del príncipe azul” o  “Estoy enamorada de mi bebé” puedan llegar a tener más de cien mil likes. A ver, señoras que me etiquetáis en estas sandeces sin mi consentimiento, que os quede claro: Yo no estoy enamorada de mi hijo, lo estoy de mi marido (unos días más que otros, la verdad). A mi hijo lo quiero con una intensidad sobrehumana, con un fervor irracional, pero no es el hombre de mi vida, lo siento, ese lugar lo ocupa su padre desde hace casi quince años. Sed un poco más originales, por favor, por el bien de la humanidad. No sé, alguna lección debí de perderme por el camino. En fin... Igual para ellas no soy una buena madre por no compartir sus verdades irrefutables de niñas de colegio, aunque igual para mí el "ser madre" no es la única etiqueta que me he ganado a pulso con el paso del tiempo (cada palo que aguante su vela). 
Mentiría si metiera en el mismo saco todo lo que se difunde en la red. Para ser justa, aunque no suele ser la práctica habitual, debo reconocer que de vez en cuando alguien me etiqueta en algo que resulta de mi interés o, al menos, que no roza el pensamiento patético. Sin ir más lejos, hace unos días apareció en mi muro de Facebook algunos de los consejos que Jackson Brown padre dio a Jackson Brown hijo antes de que se fuera de casa camino de la universidad. Sin ser, en mi opinión, el libro del milenio, se deja leer y, dejando un pequeño resquicio a la crítica constructiva, alguno de estos pequeños consejos paternales hasta hace sonreír. Haz la prueba con estas veinte elegidas al azar:

1. No confundas confort con felicidad.

2. Desconfía de los fanfarrones: Nadie alardea de lo que le sobra.

3. Recuerda los cumpleaños de la gente que te importa.

4. Evita a las personas negativas, siempre tienen un problema para cada solución.

5. Cásate con la persona correcta. De esa decisión dependerá el 90% de tu felicidad o de tu miseria.

6. Nunca existe una segunda oportunidad para causar una buena primera impresión.

7. No hagas comentarios sobre el peso de una persona ni le digas a alguien que está perdiendo el pelo. Ya lo sabe.

8. Aprende a mirar a la gente desde sus zapatos y no desde los tuyos.

9. Ubica tus pretensiones en el marco de tus posibilidades.

10. No hay nada más difícil que responder a las preguntas de los necios.

11. Aprende a compartir con los demás y descubre la alegría de ser útil a tu prójimo.

12. Nunca confundas riqueza con éxito.

13. No esperes que otro sepa lo que quieres si no lo dices.

14. No deseches una buena idea porque no te gusta de quien viene.

15. Nunca compres un colchón barato: Nos pasamos la tercera parte nuestra vida encima de él.

16. Escucha el doble de lo que hablas (por eso tenemos dos oídos y una sola boca).

17. Cuando necesites un consejo profesional, pídelo a profesionales y no a amigos.

18. Nunca envidies: la envidia es el homenaje que la mediocridad le rinde al talento.

19. Recuerda que la felicidad no es una meta sino un camino. Disfruta mientras lo recorres.


20. Si no quieres sentirte frustrado, no te pongas metas imposibles.

No sé si habrás tenido suficiente paciencia y curiosidad para leer las veinte recomendaciones. Quiero pensar que alguna te habrá hecho sonreír como a mí. Lo cierto es que se puede estar más o menos de acuerdo con cada una de ellas, pero no cabe duda de que son mucho más beneficiosas que las que invaden las redes sociales sobre amores malentendidos de mujeres que creen que "ser madres" es lo único para lo que hemos sido programadas.



En la práctica:

Sé que "madre" es una de las etiquetas que me he ganado con los años, pero no la única. El serlo es una opción, no una obligación. Se nace con ese instinto o no, poco más hay que decir al respecto. Conozco a mujeres extraordinarias que han decidido no ser madres. Alabo esa coherencia vital y la valentía de reconocer abiertamente que no se sienten preparadas para ser responsables de una nueva vida. Esas a las que tachan de "egoístas" las eternas madres "sufridoras" son en realidad mucho mejores que las gallinas cluecas que no permiten que los pollitos salgan del corral. Siempre he considerado que es injusto que, en el momento en el que son conscientes de que tienen alas, no enseñemos a nuestros hijos a volar por miedo a que abandonen definitivamente el nido. Señoras, sus vidas no nos pertenecen y educarlos en la obligatoriedad de cuidar mañana de los que hoy cuidan de ellos no les hace ningún favor. No he tenido un hijo para asegurarme una vejez cómoda, lo he tenido para que experimente las miles de posibilidades que tiene ante sí, sea aquí en Sevilla o en Beijing. 

La dinámica social de seguir los dictados de la mayoría es tan peligrosa como la del silencio absoluto porque, a la larga, es más cómodo caminar desnudo que con toda lo ropa a cuesta

No hay comentarios:

Publicar un comentario