Ficha Técnica:
Single: "Ça plane pour moi"
LP: AN1
Género: Punk
Intérprete: Plastic Bertrand
País: Bélgica
Año: 1977
De oído:
Hoy las circunstancias me impulsan a hablar de cosas sin importancia, de banalidades, del clima, de la vida de los otros, de una canción. Hoy las circunstancias me obligan a hablar de una de las canciones más versionadas de la historia de la música. Compuesta como relleno de una cara B, alcanzó un éxito sin precedentes a finales de los setenta. Rodeada de polémica durante décadas (al parecer la voz original no pertenece a Plastic Bertrand), nadie la ha interpretado con el carisma del belga aunque algunos se hayan quedado cerca.
Hoy las circunstancias me impulsan a hablar de cosas sin importancia, de banalidades, del clima, de la vida de los otros, de una canción. Hoy las circunstancias me obligan a hablar de una de las canciones más versionadas de la historia de la música. Compuesta como relleno de una cara B, alcanzó un éxito sin precedentes a finales de los setenta. Rodeada de polémica durante décadas (al parecer la voz original no pertenece a Plastic Bertrand), nadie la ha interpretado con el carisma del belga aunque algunos se hayan quedado cerca.
La excéntrica banda punk Elton Motello fue la primera en versionar en inglés esta pseudoparodia punk bajo el título de "Jet Boy Jet Girl". El sencillo salió al mercado de manera simultánea al éxito en lengua francesa y, aunque pasó casi desapercibido en los mercados europeos, en Australia encabezó la lista de los "40 Principales" durante semanas. ¡Ver para creer! En realidad, todo en esta vida funciona de la misma manera: Lo que para algunos es el vértice de la pirámide, para otros ni siquiera forma parte de ella.
De hecho, tal fue la repercusión
que tuvieron ambas canciones en las Antípodas que, ya bien entrado el
nuevo milenio, casi treinta años después de su boom, la banda de
rock australiana Maeder intentó
repopularizarla en su lengua originaria (sin demasiado éxito, por cierto, ni
dentro ni fuera de sus fronteras). Debieron de pensar que un simple cambio de
correa haría pasar el viejo perro por uno nuevo pero... no coló.
Aunque los miembros de la banda
australiana no fueron los únicos que cayeron en la tentación de repetir el
éxito del belga. Anne Issermann, cantante, actriz y modelo francesa, hija de Dominique Isserman (fotógrafa y pareja durante algún tiempo del inimitable Leonard Cohen), se valió de él hace unos años para darse a conocer en el mundillo. Y, ¿la conoces?... pues eso.
Pero como el hombre es el único
animal que tropieza dos veces con la misma piedra (y tres, y cuatro, y no me
hagas seguir contando), el grupo canadiense de jazz manouche, The lost
fingers, ofrecía desde el viejo continente en su segundo
álbum, titulado Rendez-vous rose, versiones de exitosas canciones en francés entre las que
decidieron incluir, como no, esta que nos ocupa.
La historia no acaba aquí porque el camino está hecho de miles de piedras, este año "Decathlon" utiliza en nuestro país la pegadiza melodía para
el anuncio de su última campaña de Navidad: “Regala la ilusión de empezar”.
A cappella:
No me acostumbro al "todo vale" virtual. A que cualquiera pueda meter la mano en la saca sin ningún tipo de impunidad ni control. A una se le esfuman las ganas de teclear cada vez que comprueba que alguien, carente de talento y de escrúpulos, hace pasar por suyos textos que son de otros. Un buen amigo me dice que nadie copia lo mediocre, pero esa apreciación supone el mismo consuelo que pasarte meses estudiando para un examen y que la persona que te copia apruebe y tú no. La miseria humana traspasa la frontera de lo real. En fin.
El tiempo vuela. Tic-tac. Tic-tac. Dos días. Apenas faltan dos días para
terminar el año y yo sigo aquí, atada de pies y manos a este espacio
silencioso. No me hables si no te apetece, pero léeme, venga, por los
viejos tiempos. Estoy cansada, sí, muy cansada de echar de menos. Cansada
de nadar contracorriente, de permanecer callada en el mismo lugar. Cansada
de los que se consideran mártires sociales. Cansada de las vidas
inventadas, de este país de vencedores y vencidos, de los que se pasan la
gramática por el forro del abrigo, de los que llaman solo por navidad. Cansada
del consumismo, del derroche de estos meses, de los carros llenos de juguetes,
de los golpes en el pecho. Cansada de estar cansada. Cansada de mí y hasta de
ti, pero sobre todo de mí. Cansada de escribir, harta de escribir, hasta las
narices de escribir. El tiempo vuela. Tic-tac. Tic-tac. Dos días. Apenas dos
días...