“El buitre”
Érase un buitre que
me picoteaba los pies. Ya me había desgarrado los zapatos y las medias y ahora
me picoteaba los pies. Siempre daba un picotazo, volaba en círculos
amenazadores alrededor y luego continuaba su obra. Pasó un señor, nos miró un
rato y me preguntó por qué aguantaba al buitre.
– Estoy indefenso
–le dije–, vino y empezó a picotearme; lo quise espantar y hasta pensé torcerle
el pescuezo, pero estos animales son muy salvajes y quería saltarme a la cara.
Preferí sacrificar los pies; ahora están casi hechos pedazos.
– No se debe atormentar –dijo el señor–, basta un tiro y el buitre se acabó.
– No se debe atormentar –dijo el señor–, basta un tiro y el buitre se acabó.
– ¿Cree usted?
–pregunté–, ¿quiere encargarse usted del asunto?
– Con mucho gusto
–respondió el señor-; solo tengo que ir a casa a buscar el revólver, ¿podrá
usted aguantar media hora más?
– No lo sé
-respondí, y por un instante me quedé rígido de dolor; luego añadí-: por favor,
inténtelo de todos modos.
– Bien –respondió el
señor–, voy a apurarme con mi revólver.
El buitre había escuchado con calma nuestro diálogo, mirándonos al señor y a mí. De repente me di cuenta de que había entendido todo; voló un poco, retrocedió para darse el impulso necesario y, como un atleta que arroja la jabalina, ensartó su pico en mi boca, hasta el fondo. Al caer de espaldas sentí como una liberación; sentí que en mi sangre, que colmaba todas las profundidades y que rebasaba todos los límites, el buitre, irremediablemente, se ahogaba.
Ficha Técnica:
Título original: “Der Geier”
Autor: Franz Kafka
Género: Relato
Año: Alrededor de 1913
Año: Alrededor de 1913
Argumento:
Un buitre
ronda con insistencia a un hombre que, carente de ánimo para luchar, decide
sucumbir a su mortal ataque sin que nadie pueda evitar el fatal desenlace.
En la teoría:
Lo
cierto es que la brevedad de este relato no le resta un ápice de intensidad a
la atemporal historia que narra sobre la desdicha de los conformistas. De
hecho, si lo lees con cierto detenimiento y sin ningún tipo de condicionante,
la enseñanza que podrás extraer de él será del todo gratificante. Igual, antes
de continuar leyendo estas líneas, deberías concederte unos minutos para releer
el texto de referencia y extraerle todo su jugo. Tómate el tiempo que
necesites, por favor, yo espero...
Ayer se celebró el 131 aniversario del nacimiento de Kafka y hace
aproximadamente un siglo que concibió este relato sobre la falta de
actuación de los individuos que conviven en comunidad, cien años en los que la
desidia se sigue imponiendo sin remedio en las sociedades de consumo. El autor
critica, empleando una metáfora sencilla, a aquellas personas que deciden por
voluntad propia dejarse llevar por la corriente en lugar de reaccionar ante las
adversidades, personas que están faltas del arrojo suficiente para cambiar el
rumbo de sus vidas y prefieren acomodarse en su estancamiento vital. El buitre
ataca y el hombre, en lugar de pedir ayuda a sus semejantes o de plantarle cara
al animal, se deja devorar poco a poco con la única esperanza de que todo acabe
con su propia muerte. Y después, ¿qué?, ¿acaso será ese el fin?, pues no, lo
siento, pero no. Si un buitre muere, tres bien vivos llegarán tras él para
comerse sus restos... y los tuyos, tenlo muy presente.
Y
en esa seguimos. Sucumbimos a las modas sin importarnos perder nuestra esencia
solo para no sentirnos diferentes a la mayoría. Dejamos encerradas nuestras
particularidades dentro de casa porque sabemos que los raseros de la sociedad
actual no favorecen el desarrollo personal. Como cuervos, llenamos los vacíos
espirituales con cosas brillantes que no poseen valor en sí mismas. Y mientras
nos dejamos manipular por una falta de criterio general, amoldamos nuestras
posaderas al sofá desde el que nos asomamos al mundo a través de la pantalla
del televisor y permitimos que nuestra pasividad nos conduzca, inevitablemente,
a un calamitoso final. Sí, en esa seguimos.
En la práctica:
No olvides que ningún buitre es indestructible, menos aún si comienza a actuar por los pies dejándote intacta la cabeza.
*Esta entrada, junto a los comentarios generados, puede leerse en la sección “Tu mejor tú” incluida en la web www.despiertatumejortu.es.
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