Autor: Sándor Márai, escritor y periodista húngaro (1900 – 1989)
Género:
Novela
Año: 1ª y 2ª parte, 1941. 3ª parte, 1949
País: Hungría
Editorial: Salamandra (2005)
Año: 1ª y 2ª parte, 1941. 3ª parte, 1949
País: Hungría
Editorial: Salamandra (2005)
“Callar la verdad siempre es
mejor que contar mentiras”
Argumento:
Primera parte: Sentada una tarde en una cafetería
de Budapest, una mujer cuenta a una amiga cómo descubrió que el alma de su por
entonces marido pertenecía a un antiguo amor secreto y cómo, pese a sus
infatigables intentos, la relación se fue al traste.
Segunda parte: Una noche en la misma ciudad, un hombre confiesa a un amigo por qué se separó de su esposa para casarse con la mujer que deseaba desde años atrás y cómo, por culpa de un tercero, la perdió al poco tiempo.
Tercera parte: En una pensión de Roma, al alba, una mujer detalla a su amante cómo consiguió casarse con un hombre perteneciente a una clase social más alta, tras persuadirlo en silencio para que se separase de su esposa, y cómo lo abandonó sin remordimientos.
Un triángulo amoroso estructurado en tres partes en el que las almas de los implicados se desnudan de forma tan magistral como humana.
Segunda parte: Una noche en la misma ciudad, un hombre confiesa a un amigo por qué se separó de su esposa para casarse con la mujer que deseaba desde años atrás y cómo, por culpa de un tercero, la perdió al poco tiempo.
Tercera parte: En una pensión de Roma, al alba, una mujer detalla a su amante cómo consiguió casarse con un hombre perteneciente a una clase social más alta, tras persuadirlo en silencio para que se separase de su esposa, y cómo lo abandonó sin remordimientos.
Un triángulo amoroso estructurado en tres partes en el que las almas de los implicados se desnudan de forma tan magistral como humana.
En la teoría:
Esta es, sin duda, una de esas historias atemporales en las
que el amor, la pasión, la traición y la soledad se unen en perfecta armonía
conformando una novela de ficción de lo más realista. En ella, entre otros
muchos secretos de alcoba de los que nadie habla pero de los que todos tenemos
conocimiento, se nos advierte de la peligrosidad de los celos en las relaciones
de pareja. Ese malquerer dañino, que acusa de una importante falta de
diálogo, suele ser signo inequívoco de inmadurez emocional y de inseguridad
personal, tanto que se convierte en un auténtico calvario para quien lo padece
y para quien lo sufre. En este sentido, la obra de Márai revela un extraordinario conocimiento de las emociones humanas y de sus repercusiones. Es denso en sus pensamientos pero claro y conciso en su exposición, cosa que yo como lectora agradezco.
Aunque, en realidad, el autor no se limita a narrar en primera persona tres historias individuales entrelazadas por una cinta morada. A través de sus páginas podemos apreciar a la Europa de entreguerras. La ingenua comodidad burguesa y los movimientos del proletariado, la aparición del comunismo en Hungría y del fascismo en Italia, el socialcomunismo hitleriano que tanto combatió con su pluma. Considerado uno de los escritores más importantes de centroeuropa, el régimen comunista prohibió su obra en Hungría abocándolo al olvido durante décadas. Sándor Márai, nacionalizado americano en 1952, se suicidó en San Diego (California) con un arma que él mismo había comprado para tal fin. No pudo soportar la idea de que solo podría seguir viviendo al cuidado de otras personas. El pensamiento racional de la ficción no pudo contener al irracional de la realidad.
Aunque, en realidad, el autor no se limita a narrar en primera persona tres historias individuales entrelazadas por una cinta morada. A través de sus páginas podemos apreciar a la Europa de entreguerras. La ingenua comodidad burguesa y los movimientos del proletariado, la aparición del comunismo en Hungría y del fascismo en Italia, el socialcomunismo hitleriano que tanto combatió con su pluma. Considerado uno de los escritores más importantes de centroeuropa, el régimen comunista prohibió su obra en Hungría abocándolo al olvido durante décadas. Sándor Márai, nacionalizado americano en 1952, se suicidó en San Diego (California) con un arma que él mismo había comprado para tal fin. No pudo soportar la idea de que solo podría seguir viviendo al cuidado de otras personas. El pensamiento racional de la ficción no pudo contener al irracional de la realidad.
En la práctica:
La vida común supone un caminar constante de dos
personas diferentes en la misma dirección. Cuando
por circunstancias uno de los dos acelera o aminora el ritmo, puede ocurrir que
el otro piense que cualquier camino alternativo que se cruce sea una opción para
su acompañante mucho más atractiva que la monótona linealidad a la que lo tiene
acostumbrado. Esa duda, generalmente sin fundamento real, suele ser la chispa
que enciende la sospecha, la desconfianza y los celos malsanos. Fomentar pensamientos negativos referidos a
las actitudes que se presuponen en el otro incide directamente en la buena
marcha de la relación. En ese caso, más que en ningún otro, el diálogo
pausado es fundamental. Aunque, en realidad, en la vida no hay camino largo, escarpado ni
angosto que no sea más llevadero gracias a la compañía de alguien que nos
facilite la marcha. No olvides poner de tu parte.
*Esta entrada, junto a los comentarios generados, puede leerse en la sección “Tu mejor tú” incluida en la web www.despiertatumejortu.es.
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