Ficha
técnica:
Título original: Caos calmo
Título original: Caos calmo
Guion:
Nanni Moretti, según la novela Caos calmo de Sandro Veronesi (2005)
Reparto principal:
Nanni Moretti, Valeria Golino, Isabella Ferrari y Alessandro Gassman.
"Hay que decir
las cosas, siempre"
Sinopsis:
En
el mismo momento en el que Pietro está
salvando la vida a una desconocida en la playa, su mujer muere víctima de un
desafortunado accidente doméstico. Tras el sepelio, mientras todo su entorno
espera servir de consuelo a su duelo, él alivia su caos interior deambulando
tranquilo por el parque situado a las puertas del colegio de su hija con el único
propósito de que esta termine su jornada escolar. Ante su incomprensible e
inquietante conducta social, sus compañeros de trabajo, sus amigos, familiares
y conocidos intentarán hacerlo reaccionar.
Plano
subjetivo:
Esta
película es en sí una paradoja vital tan humana y real
como la vida misma. Basada en la novela homónima de Sandro Veronesi, la
historia se convierte en el retrato de la deriva emocional de un hombre de
mediana edad que decide esconder su dolor para sumergirse, por voluntad propia,
en ese extraño duelo sin lágrimas en el que los sentimientos a los que no somos
capaces de enfrentarnos acaban convirtiéndonos en una mala copia de nosotros
mismos.
En su desesperación, ajeno a todos los que le rodean,
el protagonista maquilla de calma exterior lo que, en realidad, le supone un
caos interior de consecuencias demoledoras. Calla, no porque no tenga nada
que decir, sino porque no sabe cómo ni a quién decirlo. De esta manera tan
particular toma conciencia de su propio vacío interior sin necesidad de vestir
de negro, ni por dentro ni por fuera. Al margen de los convencionalismos más
comunes, comienza poco a poco a digerir su circunstancia actual sin llegar a
acostumbrarse a su amargor, aun siendo consciente en cada momento de él. Calla,
pero no huye.
A través de esta emotiva cinta se nos revela que
ciertamente la pérdida de un ser querido es irreversible, pero el dolor
que consume las entrañas y aletarga los pensamientos está bendecido por el don
de la reversibilidad. Solo es una cuestión de actitud vital... y de tiempo.